El Gobierno del seudoizquierdista Nicolás Maduro miente al pueblo venezolano,al
asegurar que la mega explotación de más de 100.000 kilómetros cuadrados en el
estado Bolívar no tendrá importantes consecuencias adversas para el paisaje y
sus diversos componentes geohumanos.
No hay minería ecológica, con bajo impacto medioambiental,
salvo la artesanal en la que la extracción es limitada. En este sentido el
Gobierno del seudoizquierdista Nicolás Maduro miente al pueblo venezolano, al
asegurar que la mega explotación de más de 100.000 kilómetros cuadrados en el
estado Bolívar, para extraer oro, diamantes, coltán, bauxita y otros minerales,
no tendrá importantes consecuencias adversas para el paisaje y sus diversos
componentes geohumanos. De hecho, la destrucción será irreversible en poco
tiempo, y serán notablemente afectados los cursos de agua, el suelo, los
bosques, la fauna y los pobladores locales, en especial los indígenas, que
residen por decenas de miles en la zona:
“-¿Qué ocurrirá al explotarse este territorio?
-Se va a destruir lo que queda de la reserva
forestal de la Serranía de Imataca, formación terrestre en la región de
Guayana, se afectará la superficie que está reservada para ser declarada Parque
Nacional El Caura, se perjudicará un sector del Monumento Natural Cerro Guanay
e igualmente la cuenca hidrográfica, es decir, todos los ríos que surten al
Orinoco, se afectarán al comenzar el proceso de explotación.
-¿Por qué se afectará la cuenca hidrográfica?
-Se afecta a través del mercurio mediante la
minería ilegal. Por su parte, la minería industrial se vale de fosas de
cianuro. En el estado Bolívar y Amazonas, se han derramado algunas. Es
altamente peligroso. Esto va a disminuir la pesca en las comunidades indígenas
de la zona ya que se trata de uno de sus sustentos.
-¿Qué pasará con los indígenas?
-Lamentablemente serán desplazados de sus
territorios. Cuando estas empresas comiencen a excavar, se asentarán alrededor
de las etnias una serie de campamentos mineros lo que se traduce en el
desplazamiento de los establecimientos indígenas. Estas serían consecuencias inmediatas.
Se perdería la autenticidad de las clases étnicas debido a la
transculturización minera.
Incluso, hoy en día, hay muchos niños que no van a
la escuela porque se dedican a la actividad minera.
-¿Qué consecuencias se darían a largo plazo?
-A largo plazo, el cianuro y el mercurio, pasará a
las cadenas alimenticias, a los peces primero y posteriormente a los humanos,
lo que desencadenará una enorme contaminación o bioacumulación, es decir, los
metales pesados se van a ir apilando en las grasas de los seres vivos. A medida
que una especie se alimenta de otra, se acumula mucho más contaminante, lo que
puede ser letal para muchas especies que se verán amenazadas ante su posible
extinción. Se verán amenazadas de manera directa todas las especies hidrobiológicas
como caimanes, manatíes, peces, etc.” http://www.elimpulso.com/correos-diarios/enterate/especial-explotacion-del-arco-minero-atenta-la-biodiversidad.
Una verdadera desgracia se aproxima para Venezuela
(como si fuera poco lo que ya sucede) con la mega explotación del Arco Minero,
y a nadie en la alta esfera política parece dolerle el desastroso impacto
geográfico y humano que se avecina, más allá de algunas declaraciones
periodísticas. Es obvia la complicidad al respecto entre las autoridades
“revolucionarias” y la dizque oposición, ambos frotándose las manos por los
ingresos que generará la participación de más de cien transnacionales en la
super extracción de minerales con gran valor económico y estratégico. Ingresos
que por cierto no serán tan cuantiosos para el Estado venezolano, y mucho menos
para la inversión social; el Gobierno de Maduro, según algunas notas de prensa,
espera que al menos la mitad de las ganancias se quede en Venezuela, es decir
que hasta los voceros gubernamentales saben bien que buena parte del estado
Bolívar fue prácticamente subastado a las corporaciones que se beneficiarán del
Arco Minero.
Con el pretexto de que la nación venezolana
necesita una fuente alternativa de ingresos ante la baja sostenida del precio
del petróleo, el Gobierno seudoizquierdista de Maduro no ha hecho sino
confirmar que Venezuela continúa siendo tan dependiente de los intereses
extranjeros como en los pasados siglos XIX y XX, con la diferencia que ahora
estamos de rodillas no sólo ante Estados Unidos, y además somos
“socialistas”. Para colmo el medio ambiente será fuertemente afectado, y las
consecuencias negativas para los cursos de agua, el suelo, la fauna, la
vegetación y las poblaciones asentadas en el estado Bolívar, serán
irreversibles.
En vez de sembrar el petróleo, sepultando el
rentismo-extractivismo e impulsando de una buena vez la productividad
agropecuaria e industrial en Venezuela por medio de las empresas de propiedad
social, el poder político-económico (rojo-rojito y de otros colores) de la
nación suramericana optó de nueva cuenta por vender una parte de ésta a cambio
de un dinero que, a la final, será insuficiente para solventar la grave crisis
socioeconómica, y sobre todo la crisis geohumana tras la mega explotación
superdepredadora en el Arco Minero.
fuente:
http://kaosenlared.net/venezuela-la-destruccion-del-arco-minero-y-hay-quienes-hablan-de-ecosocialismo/
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