Playa
Medina se ha ganado a pulso es reconocimiento de ser una de las mejores
y más bellas playas del mundo. Su aspecto paradisíaco la hace
inolvidable, con las palmeras rozando casi el agua.
Se encuentra en
el estado de Sucre, al noreste de Venezuela, en lo que se conoce como
Península de Paria. Según sales de la ciudad de Carúpano hay que ir
hacia el este y a la altura de Río Caribe hay una pequeña entradita por
una especie de puerto por el que bajas hasta el nivel del mar. Desde
allí hay que ir bajo las miles de palmeras hasta casi la orilla, donde
se puede dejar el coche.
Y ante nosotros se abre una de las imágenes más bellas nunca vistas. La alfombra de palmeras que antes veíamos desde la carretera es ahora un enorme techo verde que nos cubre hasta llagar a la orilla, donde la arena fina nos da la bienvenida a una playa de aguas no cristalinas, transparentes casi, perfectas. A los lados, sendas colinitas repletas de vegetación que le dan un aire todavía más salvaje y puro. Desde el agua, si nos damos la vuelta, veremos, tras la orilla, la vegetación espesa que llega hasta la carretera. Impresionante.
Es un lugar de obligadísima visita si se está por la zona, donde perderse por sus bosquecillos y bañarse sin parar en sus claras aguas. Si se desea más aún, a la izquierda de la playa (mirando al mar) hay cinco o seis bungalows donde dormir en primerísima línea de playa por un buen precio que, realmente, merece mucho la pena pagar, pues las noches aquí son espectaculares. Al lado hay un pequeño barecillo.
En verano suele estar bastante llena, sobre todo los fines de semana, pero entre semana está mucho más tranquila. Con el paso del tiempo se está haciendo cada vez más famosa, aunque no han conseguido alterar nada de su entorno ni se ha construido nada más. Está igual, pero con más gente.
En serio que no podréis olvidar jamás está paradisíaca playa. Un lugar de ensueño donde bañarse será todo un placer y donde os quedaréis con cara de tontos mirando el salvaje paisaje.
Y ante nosotros se abre una de las imágenes más bellas nunca vistas. La alfombra de palmeras que antes veíamos desde la carretera es ahora un enorme techo verde que nos cubre hasta llagar a la orilla, donde la arena fina nos da la bienvenida a una playa de aguas no cristalinas, transparentes casi, perfectas. A los lados, sendas colinitas repletas de vegetación que le dan un aire todavía más salvaje y puro. Desde el agua, si nos damos la vuelta, veremos, tras la orilla, la vegetación espesa que llega hasta la carretera. Impresionante.
Es un lugar de obligadísima visita si se está por la zona, donde perderse por sus bosquecillos y bañarse sin parar en sus claras aguas. Si se desea más aún, a la izquierda de la playa (mirando al mar) hay cinco o seis bungalows donde dormir en primerísima línea de playa por un buen precio que, realmente, merece mucho la pena pagar, pues las noches aquí son espectaculares. Al lado hay un pequeño barecillo.
En verano suele estar bastante llena, sobre todo los fines de semana, pero entre semana está mucho más tranquila. Con el paso del tiempo se está haciendo cada vez más famosa, aunque no han conseguido alterar nada de su entorno ni se ha construido nada más. Está igual, pero con más gente.
En serio que no podréis olvidar jamás está paradisíaca playa. Un lugar de ensueño donde bañarse será todo un placer y donde os quedaréis con cara de tontos mirando el salvaje paisaje.
FUENTE: http://www.minube.com.ve/rincon/playa-medina-a2560#modal-82610
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